Estimados compañeros y compañeras,

Tenemos buenas noticias desde la Península de Corea. Una delegación de alto nivel de Corea del Sur visitó el Norte y salieron con un camino prometedor hacia adelante. El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, invitó al presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, a Pyongyang, la primera invitación de este tipo en la historia de estos dos países atribulados. En la edición de Alternet de esta semana, escribí un reportaje sobre el proceso de paz y la amenaza que presenta el próximo ejercicio militar que está previsto para el mes de abril. Si este ejercicio militar tiene lugar, todo indica a que el puente entre estos dos países se podría quemar. Pueden leer mi reportaje anterior aquí.

Donald Trump dijo recién que se reunirá con Kim en mayo. La primera reacción es alivio. ¿Se acabará la crisis en la Península de Corea? Pero hay más de lo que parece a simple vista. Ya hay indicaciones de que a los Estados Unidos (y a Japón) no les gustaría que este proceso siga adelante, pero quieren hacer un gesto para parecer conciliadores. Tanto los Estados Unidos como Japón exigen que Corea del Norte entregue su programa de armas nucleares antes de posibilitar cualquier tipo de diálogo. Esto significa básicamente que no debería de haber un proceso de paz serio y eficaz. Hoy en Newsclick, escribí un reportaje que evalúa el acuerdo que hizo Trump al reunirse con Kim. Estoy bastante pesimista sobre su resultado.

La fotografía arriba fue tomada por el fotoperiodista Rafael Stediile. Visitó Corea del Norte el año pasado y tomó una serie de fotografías impresionantes de Pyongyang y de la Isla de Hyangsan (dónde tomó fotografías de trabajadores agrícolas en el campo). Las fotografías de Rafael adornan nuestro dossier. Retratan la cara humana y cotidiana de Corea del Norte, la cual raramente se ve en otras partes del mundo. Para leer nuestro primer dossier sobre la Península de Corea, por favor bajarlo (gratuitamente) aquí.

Nos han llegado noticias desde Ouagadougou, Burkina Faso de ataques en la capital contra la embajada francesa y la sede central del ejercito. Todos han dicho que el culpable de este ataque es el terrorismo. Es obvio que es un ataque terrorista. Pero lo que queda menos claro es cómo entender este asalto. Burkina Faso ha sido la víctima de grandes tragedias a lo largo de los últimas décadas. Un pequeño país sin litoral, Burkina Faso (previamente llamado de Alto Volta) sufrió profundamente bajo el colonialismo francés de 1896 a 1958. El oro y el algodón salieron del país pero hubo poco desarrollo hacia dentro. Una ventana se abrió brevemente entre 1983 y 1987 cuando el gobierno de Thomas Sankara intento usar la escasa riqueza social del país bajo el nuevo nombre de Burkina Faso (“patria de hombres íntegros») para el bien social. La soberanía alimentaria fue el objetivo, además de la diversificación de una economía dependiente de la exportación de oro y algodón no elaborado. Sankara se desligo del FMI; rechazó sus políticas de dependencia y luchó por crear un camino diferente para su país. Durante su liderazgo breve, Sankara aumentó la inversión de asistencia sanitaria (por 42%) y de educación (por 26%), mientras redujo el salario de funcionarios (por 40%). Sankara vendió los autos obligatorios del gobierno y compró un Renault 5 para si mismo. Su asesinato en 1987, con complicidad de Francia, fue casi ordenado. Se convirtio en un hecho de la historia africana que cualquier líder que defendiera la independencia sería desacreditado o asesinado (de Patrice Lumumba del Congo en adelante)

En 1991, Burkina Faso regreso al FMI y rindió su escasa libertad. El país se mantuvo dependiente de la exportación de algodón en su forma más rudimentaria, sin tejer. La situación está tan mala que Burkina Faso exporta su algodón a la firma suiza Paul Reinhart y a la firma francesa Louis Dreyfus, y de ahi importan el algodón procesado, incluyendo la tela tradicional pagne. Sankara advirtió que “no deberíamos ser esclavos a los que producen los demas” (Nous ne devons pas être esclaves de ce que les autres produisent). Pero esto es exactamente donde se ha quedado Burkina Faso. Con el subsidio de agricultores de algodón estadounidenses, existe poco espacio en el mercado global para algodón producido y cotizado por agricultores burkinabés. No es de extrañar que tres cuartas partes de la población burkinabé vive en la pobreza.

Esto no es el primer ataque de tal manera en Burkina Faso. Tomen en cuenta que el regimen de Blaise Compaoré, quien probablemente ordenó el asesinato de Sankara, dirigió un estado terrorista en el cual la disidencia era compensada con la condena de muerte de una forma u otra (Norbert Zongo, un periodista y narrador, fue asesinado en 1998 por su crítica de Compaoré y su camarilla). Más recientemente, en enero de 2016, al-Queda de Islam Magreb atacó el hotel-casino Splendid de Uagadugú, además de un café cercano. La opinión generalizada es que el mensaje del ataque fue dirigido a los franceses, que están encabezando la operación militar Barkhane desde Uagadugú. No queda claro si esta operación es parte de la Guerra Contra el Terrorismo (War on Terror en inglés) o si tiene ramificaciones más grandes (lo cual será el tema de un dossier que Tricontinental está preparando para publicación en los próximos meses).

El estado y la sociedad de Burkina Faso son vulnerables a todo tipo de tales asaltos- un ataque contra su economía causado por el precio fluctuante de algodón, un ataque contra su dignidad causado por su subordinación a la política francés sobre África, y un ataque contra su pueblo tal como éste.

Los agricultores burkinabés no están solos. Los trabajadores agricolas estan en una crisis global. Esto no se trata sólo del cambio climático, aunque sí es un factor. Se trata también del creciente poder del monopolio de agronegocios sobre el proceso ascendiente y descendiente de la producción agrícola, de la creación de semillas a la venta al por menor. Firmes gigantescas tales como DowDupont, Bayer/Monsanto, y ChemChina-Syngenta dominan la industria. Solamente estas tres empresas (la fusión de Bayer y Monsanto está prevista a tener lugar pronto) controlan el grueso del mercado de mercancías agrícolas. El año pasado, Newsclick entrevistó a Suman Sahai de la Campaña Genética sobre estas fusiones. Vale la pena mirar nuevamente este segmento de doce minutos.

Mientras lees este boletín, en Maharashtra, India, cincuenta mil campesinos están marchando de Nasik a Mumbai, dónde se sentarán en protesta del gobierno de BJP dirigido por Devendra Fadnavis. Estos campesinos y agricultores dicen que el gobierno les ha traicionado. Hace dos años, cien mil campesinos asediaron a la ciudad de Nasik, exigiendo que perdonen sus deudas, precios de aprovisionamiento justos, y la implementación de varias leyes y las recomendaciones de la Comisión de Swaminathan. A pesar de las promesas del Ministro Principal Fadnavis, nada ha sucedido. Decenas de miles de campesinos han marchado en Thane, cincuenta mil campesinos han marchado en Palghar, y en julio del año pasado, cerca de cien mil campesinos bloquearon las calles alrededor de la ciudad. Nada de esto funcionó. El gobierno sigue despreocupado de las exigencias de los campesinos. Entonces, el Sindicato de Campesinos de la India (All-India Kisan Sabha por su nombre en inglés), la organización campesina del Partido Comunista de India (Marxista), y otros volvieron a las calles en fuerza. Le deseamos fuerza.

Esta protesta está ocurriendo pocos días después de la derrota del gobierno de izquierda en el estado nordeste de Tripura. El BJP, en alianza con un grupo extremista, pudo superar la izquierda.  Tengo un análisis breve sobre la elección en el blog de Left Word Book, el cual se puede leer aquí. Después de las elecciones, los matones de la derecha hindú salieron a quemar las oficinas del partido comunista y acosar los miembros y simpatizantes del partido. En un pueblo, tumbaron una estatua recientemente erigida de Lenin (pero le llaman Stalin en redes sociales). Mi evaluación es que la izquierda perdió una elección, pero no ha sido vencida. La lucha campesina en Maharashtra prueba este punto.

Era de esperar que los matones saldrían después de una elección. No entienden que Tripura es una democracia. Que eleciones ocurren y gobiernos cambian. Que la secuela de una elección no es causa para retribución. Estos matones mismos no son el problema. Son parte de una crisis más grande de legitimidad en nuestras sociedades, donde los caudillos han llegado al poder a costa de las sutileces de la democracia. Estoy encantado en decirles que un nuevo libro que edité, llamado Caudillos, salió recientemente. Tiene cuatro ensayos escritos por artistas brillantes sobre cuatros caudillos diferentes: Eve Ensler (los monólogos de la vagina) sobre Trump, Dan Husain (Peepli Live) sobre Erdogan y Ninotschka Rosca (Estado de guerra) sobre Duterte. Éstos son ensayos breves y líricos que tratan de proveer un análisis más profundo sobre estos caudillos y las fuerzas sociales que los produjeron.

El argumento principal de la presentacion viene del primer documento de trabajo del Tricontinental: En las ruinas del presente, el cual ESTARA disponible para descarga gratis en nuestro sitio web el 22 de marzo. Aquí hay ecos del reportaje de Herbert Docena enfocado en el Sur Global desde su ubicación en Bangkok, El acenso de autoritarismos populistas en Asia: Desafíos para movimientos populares (enero 2018), disponible para descarga gratis aquí.

Ayer fue el Día Internacional de la mujer trabajadora (para usar su nombre original). Del 12 de marzo hasta el 23, representantes de alrededor del mundo se juntarán en las Naciones Unidas para una sesión anual de La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer. Los organizadores han mantenido como prioridad principal la cuestión rural. Esto es paso en una dirección positiva. Las mujeres rurales constituyen el 43% de la fuerza laboral agrícola. Espero que los participantes serán críticos en su evaluación del crecimiento de firmas monopolistas que han constreñido la habilidad de campesinos a crear vidas dignas para ellos mismos, para sus familias, y para sus comunidades.

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