Estimadxs amigos y amigas,

Saludos desde las oficinas del Instituto Tricontinental de Investigación Social.

El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha estado en prisión desde abril de 2018. Más de cuatrocientos juristas brasileños han firmado una declaración que expresa alarma frente a lo que consideran como irregularidades de procedimiento en el caso contra él. Hacen un llamado a la liberación inmediata de Lula. La Asociación Americana de Juristas —una organización no gubernamental con estatuto consultivo en las Naciones Unidas— ha llamado a Lula un prisionero político. Lula fue condenado por corrupción y lavado de dinero, a pesar de la ausencia de evidencia sólida. Las dos demandas contra él siguen sin resolverse.

Ahora aparece más evidencia sobre la colusión entre el juez principal y el investigador principal en el procesamiento de Lula, gracias al excelente reportaje de The Intercept. Las motivaciones políticas ahora están registradas: ellos, en nombre de la oligarquía, no querían que Lula —quien sigue siendo muy popular— fuese el candidato presidencial del Partido de los Trabajadores (PT) en 2018. La derecha brasileña ha comenzado una horrible campaña para difamar a los periodistas de The Intercept, especialmente a su editor Glenn Greenwald. Ellos esperan que utilizar las mismas tácticas de odio, misoginia y homofobia para difamar a sus periodistas lograra distraer y deslegitimar la abrumadora evidencia de sus tácticas corruptas.

Ahora hay claridad respecto a la persecución política a Lula. Pero lo que sigue siendo confuso para muchos es el caso concreto en su contra. Los detalles de su caso permanecen oscuros, y muchos de los que simpatizan con Lula permanecen con dudas sobre cómo entender los cargos de corrupción y su condena. Este boletín está dedicado a proveer un resumen sobre Lula y el caso en su contra.

¿Quién es Lula? Luiz Inácio Lula da Silva (73 años), líder metalúrgico y sindical, ayudó a fundar el PT, el principal partido de izquierda de Brasil. Ganó dos elecciones consecutivas para gobernar Brasil entre 2003 y 2010. Al final de su segundo mandato, Lula tenía un índice de aprobación del 86%, el más alto en la historia del país. Sus programas de reducción de la pobreza —especialmente sus planes de reducción del hambre— hicieron a su gobierno ganar elogios alrededor del mundo, por lo que algunos están llamando a que se lo nomine para el Premio Nobel de la Paz. Los programas sociales de redistribución de ingresos como Bolsa Família, Brasil sem Miseria, la expansión del crédito, el aumento de trabajos dignos, y el aumento del salario mínimo sacaron casi a 30 millones (de 209 millones) de brasileños de la pobreza. El número de recintos de universidades públicas se duplicó, conduciendo a un aumento de un 285% de los afrobrasileños que asisten a instituciones de educación superior. Brasil pagó sus deudas al FMI y el gobierno descubrió una nueva reserva enorme de petróleo en la cuenca de Santos, en la costa de São Paulo. Este petróleo eventualmente cambiará la posición estratégica de Brasil en el mundo.

Paul Guiragossian, La Vendeuse de Fleurs (1985).

¿Por qué fue arrestado Lula? Hay dos narrativas para responder a esta pregunta. La primera —la narrativa oficial, difundida por la burguesía— es que Lula está en prisión por cargos de corrupción y lavado de dinero. Sus casos permanecen abiertos en los tribunales. La Fiscalía Pública de Curitiba —dirigida por Deltan Dallagnol— estaba a cargo de una investigación sobre las acusaciones de corrupción a la empresa estatal de energía de Brasil, Petrobras. Dado que un lavadero de autos fue parte de la investigación sobre lavado de dinero, la operación fue conocida como Lava Jato (Lavado de autos a chorro). La operación descubrió la actividad de contratistas como OAS y Odebrecht, quienes habían remodelado un departamento en la costa y una granja en el interior que supuestamente eran propiedad de Lula. Estas empresas, sostuvo la operación, habían obtenido concesiones de Petrobras. La operación sostuvo que Lula se beneficio de los contratistas, que a cambio se beneficiaron de la generosidad del Estado. Esta era la acusación. La segunda narrativa —respaldada por el reciente reportaje de The Intercept sobre la colusión entre los jueces principales en el caso contra Lula— muestra evidencia de una persecución política y un intento coordinado por impedir que Lula gane las elecciones presidenciales y por detener la progresiva agenda social del país. En esta narrativa los cargos de corrupción contra Lula se fabricaron en función de que la derecha recupere el control del gobierno, a pesar de la falta de pruebas en su contra.

Lola Alvarez Bravo, Unos suben y otros bajan (1940).

¿Hay evidencia contra Lula? De hecho, no. Los fiscales no han podido probar que Lula fue alguna vez propietario del departamento o de la granja. Ni han podido probar algún beneficio para los contratistas. Lula fue condenado —extrañamente— por actos inespecíficos. El exdirector de OAS Léo Pinheiro, que fue condenado por lavado de dinero y corrupción en 2014 y debe cumplir dieciséis años, dio evidencia contra Lula; por esta evidencia, su condena fue reducida. No hubo evidencia material contra Lula.

¿Quién condenó a Lula? El juez Sérgio Moro condenó a Lula. Se convirtió en una celebridad y ahora es el ministro de Justicia del gobierno de Jair Bolsonaro. Es claro que Bolsonaro ganó la elección porque no se permitió que Lula se presente como candidato. La condena que hizo Moro entregó la presidencia a Bolsonaro, quien luego lo recompensó con el nombramiento en el ministerio. Moro no solo juzgó a Lula en el tribunal, sino también en el tribunal de la opinión pública. La prensa corporativa estaba del lado de la fiscalía, y las filtraciones desde la corte crearon una imagen de Lula como enemigo del pueblo. Extrañamente, a menudo los medios parecían tener información de la corte antes que los abogados de la defensa de Lula. Cuando los abogados de Lula presentaron un recurso de habeas corpus para sacarlo de la cárcel, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas envió a la Corte Suprema un mensaje por twitter indicándoles no otorgar la petición. El recurso fue denegado.

Yutaka Takanashi, Tokyo-jin (1983).

¿Se debiera haber permitido que Lula se presentara como candidato presidencial? El Código Procesal Penal de Brasil dice que una persona solo puede ir a prisión cuando se han agotado sus apelaciones. El artículo 5 de la Constitución señala “Nadie debe ser considerado culpable antes de que se dicte una sentencia de prisión definitiva e inapelable”. Por qué Lula fue a la cárcel en primer lugar requiere una investigación. El juez Moro argumentó que fue porque fue encontrado culpable en el tribunal de segunda instancia en base a una declaración de culpabilidad. Esto es turbio. El Comité de Derechos Humanos de la ONU dijo que se debió permitir que Lula se presentara como candidato presidencial el año pasado porque sus apelaciones no habían sido agotadas. No solo la judicatura y la fiscalía impidieron que Lula se presentara, sino que tampoco le permitieron hablar con la prensa e influenciar así la elección.

¿Cuál ha sido el rol de Estados Unidos en la investigación de Lava Jato? Es curioso que funcionarios del departamento de Justicia de EE.UU. visitaron al juez Moro durante la investigación, y que el fiscal general adjunto de EE.UU., Kenneth Blanco, dijo en 2017 que los funcionarios de la justicia estadounidense tuvieron “comunicaciones informales” sobre la eliminación de Lula de la carrera presidencial. El 6 de marzo de 2019, el departamento de Justicia estadounidense dijo que transferiría el 80% de las multas que recibió de Petrobras a la oficina de la Fiscalía Publica para crear un “fondo de inversión anticorrupción”. Es justo decir que este es un pago al equipo de Lava Jato por su trabajo de sacar a Lula de la carrera presidencial.

Gustav Klimt, Muerte y Vida (1910).

¿Cuál fue la corrupción real en este caso? Los mensajes parecen haber sido constantemente intercambiados entre Moro y el equipo de Lava Jato liderado por Dallagnol. Estos han sido ahora revelados por The Intercept y examinados por una serie de analistas políticos y forenses. Es claro que el juez y el fiscal se coludieron para encontrar culpable a Lula y encerrarlo. La primera instancia de corrupción es esta descarada colusión entre dos partes del gobierno. La segunda instancia de corrupción es el rol de Estados Unidos en este caso, y el pago al departamento de Dallagnol por los servicios prestados.

La persecución a Lula es una historia que no es solamente sobre Lula, ni solamente sobre Brasil. Es una prueba del modo en que las oligarquías y el imperialismo han buscado utilizar la envoltura de la democracia para socavar las aspiraciones del pueblo. Es la metodología de la democracia sin democracia, una aldea Potemkin del liberalismo.

Putli Ganju, Harmony of Life.

En el Instituto Tricontinental de Investigación Social estamos estudiando este fenómeno de cerca. Ya han visto nuestro dossier sobre la guerra híbrida contra Venezuela y nuestro dossier sobre la guerra jurídica (lawfare) en Brasil. La detención de defensores de los derechos humanos desde Julian Assange a Ola Bini, así como la detención de denunciantes (whistle-blowers) desde Chelsea Manning a David McBridge, son parte de este efecto escalofriante contra los centinelas de la democracia.

Sobre Ola Bini, encarcelada hace más de dos meses en Ecuador.

Nos tomamos en serio este destripamiento de la democracia. Vamos a revisar el rol del dinero en las elecciones (caso de prueba: India) y la supresión de votantes, así como la reducción de la política a un festival de elecciones, la posibilidad de los Estados de destruir las instituciones básicas de la sociedad civil, y el rol del empobrecimiento en la derrota del espíritu democrático. Necesitamos una nueva teoría de la democracia realmente existente. Sus sugerencias de lecturas y de áreas por explorar son indispensables.

Cordialmente, Vijay.

PD: a fines de mes se desarrollará el simposio “La revolución hoy: el islam político y las tareas de la izquierda” en Túnez (organizado por el investigador del Tricontinental Ghassane Koumiya, con la participación de todas nuestras oficinas). Es un evento de dos días que organizamos junto al Centre Ibn Rochd des Etudes et des Recherches.