Estimados amigos y amigas

Saludos desde las oficinas del Instituto Tricontinental de Investigación Social.

En mayo 1956, el líder Mao Zedong cruzó a nado el río Yangtze. A los 62 años de edad, fue un gran desafío para el líder de la República Popular China atravesar 1.6 kilómetros. Demoró dos horas en realizar ese tramo y luego se dejó llevar alrededor de 14.5 kilómetros con la corriente a favor. Mao lo haría varias veces más, en 1958 y otra vez en 1966. Después de la hazaña de 1956, cuando las autoridades chinas supervisaron la construcción de un puente sobre el río Yangtze, Mao escribió un bello poema titulado Nadar. El mismo trata sobre la belleza del río y la relación entre la naturaleza y los seres humanos. “La vida- como el agua- corre hacía el ayer”, escribió Mao citando a Confucius. De todas formas, el puente era también una inversión productiva para hacer la vida del país menos dura: “Pero la diosa de la Montaña, si todavía sigue allí, se maravillará al ver el mundo tan cambiado”.

A lo largo del último mes, el estado indio de Kerala se ha enfrentado con las peores inundaciones desde 1924. Más de trescientos personas se han muerto y otras millones han sido afectadas en aquel estado, que tiene una población de unas 35 millones de personas. Hay muchas teorías acerca de por qué estas inundaciones han sido tan severas, una de ellas tiene en cuenta el cambio climático. Pero lo que queda claro es que, frente a tal devastación, el pueblo de Kerala se organizó para enfrentar su mundo desgarrado y para no dejar su vida “correr hacía el ayer”. Brinda Karat, miembro del buró político del Partido Comunista de India (Marxista), nos provee un análisis sobre aquella inundación y lo que sigue. Karat honra los varios años de trabajo y construcción comunitaria que han preparado al pueblo de Kerala para un momento de crisis como este. “¿Quien no se conmovería al ver las misiones de rescate dirigidas por miles de pescadores que, usando sus propios barcos, arriesgaron sus vidas en lluvias fuertes para rescatar a sus vecinos y vecinas?,” escribe Karat. Por más sobre los pescadores, lean este artículo por Joy Sebastian. 

El ministro principal de Kerala, Pinarayi Vijayan, del Partido Comunista de India (Marxista), afirmó, mientras las aguas de la inundación retrocedían, “nuestro objetivo no es una mera restauración del estado a la época previa a la inundación, sino la creación de una nueva Kerala.” Karat mencionó la larga tradición de construcción comunitaria y actividad cooperativa en el estado. Una de las instituciones que representa dicho acumulado es la Cooperativa de la Sociedad de Contrato Laboral Uralungal (UCLLS o Uralungal Labour Contract Cooperative en inglés), una de las cooperativas de trabajadorxs de construcción más grande del mundo (para conocer más sobre la UCLLS, por favor lean este libro por LeftWord, escrito por el ministerio de finanzas de Kerala, T.M. Thomac Isaac y Profesor Michelle Williams). UCLLS ya ha desplegado sus equipos de rehabilitación a través del estado. Pero más que esto, la cooperativa dice que apoyará las necesidades de la restauración de los hogares en Meloor y en otras localidades, reconstruyendo casas y ofreciendo apoyo médico. Doscientos voluntarixs, en veinte equipos de diez personas, empezarán a trabajar inmediatamente. Éstos son lxs héroes de la clase trabajadora de nuestra época. La diosa de la Montaña ciertamente se maravillaría a un “mundo tan cambiado”.

De la oficina de Tricontinental: Instituto de Investigación Social en Delhi, lanzaremos un dossier que analizará las inundaciones que devastaron Kerala y los esfuerzos de recuperación que arriba mencionaron. Se lanzará en octubre. 

La fotografía arriba, de Aluva, fue tomada por RK Sreejith de Times of India.

En cuanto a la reconstrucción, el gobierno estatal de Kerala necesitará recaudar un monto considerable de recursos. ¿De dónde conseguirá este dinero? La rupia india ha empezado bajar precipitadamente, en un mínimo histórico. India, Sudáfrica, Argentina y Turquía se enfrentan con la amenaza de una crisis financiera grave, mientras el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos ha aumentado la tasa de interés y los dólares regresan a Estados Unidos. Argentina ya ha realizado acuerdos con el FMI (en noviembre, nuestra oficina de Tricontinental: Instituto de investigación social en Buenos Aires lanzará un dossier sobre esta transacción y sus peligros). Todavía no está claro que harán India y Sudáfrica. 

Mientras tanto, la lira de Turquía ha entrado en terreno peligroso. Como parte de nuestro proyecto de investigación sobre la economía mundial contemporánea para Tricontinental: Instituto de Investigación Social, E. Ahmet Tonak y quien escribe, hemos publicado un informe breve sobre la lucha de Turquía para estabilizar la lira y blindarla frente a posibles amenazas de otra crisis financiera global. Ciertamente, hay temblores en los cimientos del capital financiero. Un alto administrador de Wall Street sostuvo confidencialmente que Turquía podría ser un problema contenido porque los mercados en los principales centros (Nueva York, Frankfurt, Tokio, Londres) se encuentran en medio de una caída del mercado “bajista», es decir, que están trasladando la crisis de una parte del mercado a otra. No obstante, grandes cantidades de deuda pública y privada no podrán pagarse y se producirán colapsos. Si la crisis de 2007-08 comenzó con la burbuja de la vivienda, la crisis actual probablemente provendrá de una explosión de la burbuja de deuda. Este año, el sector privado de Turquía tendrá que pagar $220 mil millones de dólares para afrontar sus deudas. De dónde saldrá ese dinero cuando la lira está en caída libre es difícil de imaginar. El dolor de esta crisis seguramente será soportado por la gente de Turquía, de Argentina, de India, de Sudáfrica, países que pidieron prestados de dinero en dólares.

El problema tiene varias aristas, una de ellas, la falta de genuina asistencia monetaria; otro, el abultado exceso de deuda; y, también, una falta de opciones para el crecimiento debido al escaso desarrollo tecnológico, como escribe Jomo Kwame Sundaram (ex asistente de la secretaría general de las Naciones Unidas para el desarrollo económico) en una columna reciente. Jomo señala que, como resultado de la crisis actual, el acceso a medicamentos ha disminuido. Menos de la mitad del público hospitalario en estos países tienen el suministro de medicamentos necesario. El costo social de las “apuestas” financieras es sustancial, no debemos olvidarlo.

Las grietas en el consenso global comienzan a ser evidentes. El Ministro del Exterior alemán, Hejo Maas, compartió con la prensa la necesidad de establecer instituciones globales alternativas a las dominadas por Estados Unidos. Las sanciones impulsadas por Estados Unidos contra Irán son el síntoma, pero Maas no puede obviar la amenaza financiera que representa la crisis de Turquía para los bancos europeos. Por ello ha sugerido la creación de un fondo monetario europeo y una alternativa al dólar estadounidense. Europa, dijo Maas, debería “formar un contrapeso cuando los Estados Unidos cruza líneas rojas”. Turquía, mientras tanto, ha llevado su disputa con Estados Unidos a la Organización Mundial del Comercio, afirmando que los aranceles de este país del norte violan acuerdos de comercio internacionales. A medida que los conflictos se intensifican en el Atlántico, existen alternativas con mayor o menor grado de institucionalidad, como sugiere Prabhat Patnaik en nuestro dossier más reciente, que puede descargar y leer aquí.

La fotografía arriba es de un letrero iluminado construido en 2011 por Steve Lambert. 

K.S. Jomo escribe sobre los problemas relativos a la atención médica, problemas que son entendidos como resultado de la actual crisis financiera. En Brasil, el gobierno golpista ha desmantelado el sistema de protecciones sociales creadas por los gobiernos de Lula y Dilma en los últimos años. Se han recortado los programas sociales que tenían los objetivos de sacar a las personas de la pobreza (Bolsa Família), de alentar formas de reducción de la pobreza ambientalmente conscientes (Bolsa Verde), y los que proponían adquirir alimentos a un costo razonable y construir cisternas para ayudar a las regiones semiáridas (para obtener más información al respecto, lea el excelente informe de Anna Sophie Gross). No es de extrañar que los candidatos presidenciales para las elecciones de octubre que tienen vínculos institucionales o ideológicos con el gobierno golpista están teniendo problemas en las urnas. Las encuestas más recientes muestran que Lula está a la cabeza, y que la lista respaldada por Lula, Fernando Haddad y Manuela D’Ávila (en caso de que Lula no pueda postularse), derrotaría fácilmente a los candidatos del gobierno golpista. ¿Por qué un pueblo que ha experimentado un gobierno progresista le daría la espalda a sus políticas y se lanzaría a los brazos de la devastación? 

La imagen inquietante de arriba es del fotógrafo brasileño Sérgio Carvalho.

Los precios de los medicamentos están por las nubes, el apoyo para programas sociales contra la pobreza se está cortando, y la educación en todos sus niveles se encuentra amenazada. Esta es la política actual de la mayoría de los gobiernos: “recortar” lo necesario para mejorar el bien público y poner más riqueza social en las manos de los “comerciantes cuantitativos” que trabajan en los “mercados de algoritmos”. Si llegó hasta aquí y está preguntándose qué son estos los “comerciantes cuantitativos” y “mercados de algoritmos”, no está sólo. Los mercados financieros ya no están dirigidos por comerciantes humanos; el 80% de ellos está bajo el control de computadoras altamente sofisticadas que ejecutan los programas que dan vida al sistema. Las casas de inversión con las conexiones a Internet más rápidas, los mejores sistemas informáticos y los programadores de computadoras más inteligentes, son quienes ahora triunfan en el “juego del dinero”. La riqueza social ahora pasa por cables de alta velocidad, va directo a manos de las casas de inversiones más poderosas, que trabajan, básicamente, para un número cada vez más pequeño de personas cada vez más ricas. 

No es de extrañar que las escuelas en Sudáfrica se estén cayendo a pedazos, como escribe Zandile Bangani de New Frame. Esta es una situación normal para lxs niñxs en las naciones más pobres.

Es aún peor para lxs niñxs de Palestina, quienes tienen poco acceso a la educación; sus escuelas están arrasadas por las excavadoras israelíes, su viaje a la escuela es siempre interceptado por los controles hostiles israelíes, sus maestrxs están impedidos de entrar en el territorio. Por favor, lea mi informe más reciente aquí. Con el tiempo, Tricontinental: Instituto de Investigación Social lanzará un dossier sobre la situación actual en Palestina. 

En Kerala, el gobierno del Frente Democrático de Izquierda ha impulsado una agenda para la conquista de derechos por parte de la comunidad transgénero: operaciones gratuitas de cambio de sexo, cuotas para la educación superior pública, un consejo de justicia, la opción por “intersexs” en todos los formularios del gobierno, un servicio de taxi cuyos dueñxs y trabajadorxs son transgénero, lo mismo en el metro de Kochi, donde trabajan conductorxs y chequeadorxs de boletos transgénero. A la luz de estos cambios en Kerala, vale la pena prestar atención a la historia global de la comunidad transgénero. La imagen de Tricontinental: Instituto de Investigación Social de esta semana (miren más abajo) es de la militante transgénero Marsha P. Johnson, miembro fundadora del Frente de Liberación Gay y de los Revolucionarios Travesti de Acción de la Calle (Gay Liberation Front and the Street Transvestite Action Revolutionaries o STAR en inglés). Una vez, alguien le preguntó a Johnson porqué estaba marchando. ‘M´hija, quiero mis derechos gay ahora”, le contestó.

Cordialmente,

Vijay

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