Estimados amigos y amigas,

Hay una buena razón por la cual nuestro tercer dossier se llama La sangrienta e implacable guerra en Siria. Se trata del conflicto en Siria. Podría muy bien ser el nombre de la paliza que enfrenta el pueblo de Yemen o bien -realmente- la continua guerra contra los palestinos. Estos son conflictos sin un final fácil, pero con presentes muy violentos.

Las guerras son horrorosas. Sobre esto no hay ninguna duda. La izquierda se une fácilmente acerca de los conflictos en Palestina y Yemen- aquí hay una claridad sobre la génesis de la ocupación y la guerra. Con respecto a Siria, las cosas son turbias. Los orígenes de este conflicto son rebatidos, incluso los términos que se usan para definir este u otro aspecto de la guerra. ¿Es el gobierno sirio o el régimen autoritario de Assad, un término que se usa para negar legitimidad al gobierno? ¿Son rebeldes o extremistas y yihadistas? Aquí no hay elecciones inocentes.

Nuestro dossier es sensible a la complejidad de la guerra y a los discursos alrededor de ella. Hace lo mejor que puede para explicar los términos de este conflicto y presentar del modo más claro posible el estado actual de la disputa. Para ayudarnos, contamos con el economista sirio Omar Dahi en una entrevista extendida sobre la posibilidad de reconciliación y reconstrucción. La voz de Omar es una de gran compasión y claridad. Esperamos que lean sus palabras con cuidado y que lleguen a sus propias conclusiones sobre esta guerra. Para leer nuestro dossier, por favor pulse aquí.

En Newsclick esta semana, mi columna Travesías radicales (Radical Journeys en inglés) reflexiona sobre mi experiencia informando sobre la guerra siria- desde sus inicios hasta ahora, desde el interior de Siria al interior de las Naciones Unidas. No es una visión completa. Es breve, como estas columnas son breves. No obstante, he intentado ser lo más honesto posible sobre lo tenso que ha sido presentar la narrativa de esta guerra. Pueden leer la columna aquí.

Como muchos de ustedes, miré con asco el asesinato deliberado de dieciocho palestinos por parte del ejército israelí y los casi mil palestinos heridos el Día de la Tierra en Gaza. Algunos amigos de Gaza circularon videos del ataque. Reconocí algunas caras entre los que fueron a protestar pacíficamente en el perímetro con Israel. Estaban manifestándose por el Derecho de retorno- establecido por la Resolución 194 de Naciones Unidas (1948). Ni su objetivo ni su método fueron ilegales. Sin embargo, fueron recibidos con gas lacrimógeno y en seguida, con fuego vivo del ejército israelí.

La cobertura por parte de los medios occidentales fue espantosa. BBC y Associated Press desde el primer momento hablaron de «enfrentamientos». Ha sido una constante desde hace mucho tiempo en los medios occidentales menospreciar las quejas de los palestinos y pintar sus protestas contra la ocupación como si fueran ilegítimas. Para ellos, este fue un episodio más en esta triste historia. Escribí un ensayo con el título «Cómo reportar sobre Gaza». Fue publicado en el Daily Hampshire Gazette. Pueden leerlo aquí.También salió en turco en BirGün, pueden leerlo aquí.

La podredumbre de la ocupación israelí, la cual se exhibe en el muro que rodea a Gaza, se ha infiltrado en la sociedad israelí. Israel ha emergido como uno de los principales comerciantes de armas en África. Los primeros disparos en la guerra civil asesina fueron disparados por un fusil «Galaxy» israelí, arma vendida a los dos partes en conflicto por la industria israelí de armas. Cuando los refugiados del sur de Sudán atravesaron Egipto y llegaron hasta Israel, fueron llevados por las autoridades israelís a uno de los centros de detención más grandes del mundo. Desde ahí, los israelís han empezado a deportarlos a Ruanda, un país que ha aceptado algunos solicitantes de asilo como parte de otro contrato israelí de venta de armas.

Es una situación sórdida que tristemente nunca sale en la primera página de nuestros periódicos. La cobertura del periodista sudafricano Azad Essa me puso sobre la pista del tráfico de armas con Ruanda y otros lugares. Un amigo en Naciones Unidas me alertó sobre el tráfico de armas con Sudán del Sur. Estaré explorando esta historia desde todos los ángulos. La conexión entre los comerciantes de armas, la guerra, los solicitantes de asilo, y el racismo está su corazón. Para una versión anterior de esta historia, por favor ver mi columna de Alternet aquí.

Fue alentador ver al pueblo de Ghana salir a las calles para rechazar el acuerdo entre su gobierno y Estados Unidos que permitiría que este último use tierra ghanesa para sus fuerzas armadas. Estos son destellos de los ideales antiimperialistas del movimiento ghanés por la independencia y de su Primer Ministro inicial, Kwame Nkrumah. ¿Podría ser el resurgimiento de la izquierda de Gana?

La semana pasada en Zambia, que en un momento fue el país más importante en el continente para el movimiento por la descolonización, el Partido Socialista llevó a cabo su congreso fundacional. Como en muchos países africanos, el movimiento por la independencia estuvo basado en ideales socialistas y en internacionalismo. Habría sido natural para el pueblo de Zambia unirse a sus compañeros y compañeras ghaneses en una manifestación así. Pero ya no. La situación ha sido difícil por casi dos generaciones. Este país que exporta cobre enriquecido tiene una alta tasa de analfabetismo entre los niños que viven en la zona llamada el cinturón de cobre (como escribí aquí). El espacio para la izquierda ha sido limitado, con sindicalistas y periodistas independientes en peligro de ser silenciados.

La formación de un Partido Socialista en este contexto proporcionaría motivación para aquellos que están activos en la lucha por crear una Zambia para los zambianos y no para las corporaciones transnacionales. El lanzamiento del partido en Lusaka contó con amplia participación. Uno de los invitados fue el embajador cubano en Zambia. Después del lanzamiento del partido, el gobierno zambiano pidió que el gobierno cubano retire su embajador. Así es la inseguridad del gobierno zambiano. Mandamos saludos al Partido Socialista de Zambia y esperamos que sea un faro para otros en el continente.

En 1957, cuando Ghana se acercaba a la independencia, el Dr. Martin Luther King Jr. visitó el país. Se encontró con Kwame Nkrumah, a quien le dijo «Quiero que nos visites en Alabama, dónde estamos buscando el mismo tipo de libertad que la Costa de Oro está celebrando». La canción de libertad resonó a ambos lados del Atlántico. Ambos Nkrumah y King eran socialistas, con una lúcida antipatía contra el sistema antiimperialista que ahogó las aspiraciones populares.

Menos de una década después que fuera tomada esta fotografía de los dos, un golpe militar derrocó al gobierno de Nkrumah. Estaba en China cuando los generales se instalaron en 1966. El proyecto de Nkruma, como el de Patrice Lumumba del Congo, se deshizo. Dos años después del golpe, que cumple cincuenta años esta semana, el Dr. King fue asesinado. Con sus logros legislativos (La Ley de Derechos Civiles y La Ley del Derecho al Voto), King señaló que la igualdad en los Estados Unidos no podría lograrse sin una reorganización del sistema económico y el fin de las guerras imperialistas. Las fuertes declaraciones de King en contra de la Guerra de Estados Unidos contra Vietnam mostraron su lado radical al público. No lo dejaron permanecer en pie. Es notable que el Dr. King sólo tuviera 39 años cuando fue asesinado. Vale la pena mencionar que, un año antes, en 1967, el Che Guevara también fue asesinado a sus 39 años.

Ambos, King y Guevara estaban conscientes de los riesgos que estaban tomando. Como Guevara escribió en 1965, «Nuestro sacrificio es consciente; es el precio que pagamos por la libertad que creamos».

Este año, tres elecciones cruciales tendrán lugar en América Latina: en Venezuela (mayo), en México (junio), y en Brasil (octubre). Éstas serán luchas tremendas por defender y extender los avances que ha alcanzado la izquierda durante las últimas dos décadas. Nosotros, en el Tricontinental, estamos trabajando arduamente en tres dossiers que tratarán de cada una de estas elecciones. Esperamos que estos dossiers, enriquecidos por nuestras conversaciones con personas claves en todo el hemisferio, proporcionen orientación frente a esta temporada de contiendas políticas. Uno no debería cegarse ante los desafíos colocados en cada uno de estos países, o ante los errores de la izquierda. Como escribió Che en el mismo texto de 1965, «el socialismo es joven y tiene errores».

El Supremo Tribunal Federal brasileño decidió condenar a Lula. Fue una decisión apretada (cinco de seis de los jueces se opusieron). El Partido de los Trabajadores dijo que es un día «trágico para la democracia y para Brasil». No está claro si el juez dictará la orden de detención que se requiere para encarcelarlo ni si el Tribunal Supremo Electoral le permitirá participar en las elecciones en octubre. Si Lula se presenta como candidato y gana, dará gran confianza a las masas en todo el continente.

Por fin, esta semana vimos la muerte de Ma’Winnie, quien dio su vida por la liberación de Sudáfrica. Nuestra coordinadora en Sudáfrica, Vashna Jagarnath, escribió un homenaje a la joven Winnie Mandela aquí. Por favor léanlo. Recuerda la historia de una revolucionaria frecuentemente difamada pero importante.

Por ahora, el dossier sobre Siria. Esperamos que lo lean, que lo comparten, que digan que opinan sobre el. Esperamos que las reuniones en Estambul esta semana abran un espacio para la reconciliación política.  Esperamos.

 

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