El Instituto Tricontinental de Investigación Social es una organización promovida por movimientos populares de diferentes partes del mundo. Nuestra agenda se establece en consulta con movimientos políticos y sociales y tiene como objetivo contribuir a las transformaciones sociales y económicas de carácter emancipatorio.

Tenemos oficinas en cuatro países: Buenos Aires (Argentina), Johannesburgo (Sudáfrica), Nueva Delhi (India) y São Paulo (Brasil). Nuestras cuatro oficinas y nuestro equipo interregional trabajan para construir una agenda dinámica: arraigada a la vez en las especificidades locales de las regiones y en los procesos y estructuras globales que dan forma y constriñen la vida de los pueblos. Estamos conscientes de las demandas de corto plazo de los movimientos, las que tratamos de honrar de la mejor manera posible. Sin embargo, nuestro trabajo intenta particularmente aportar respuestas a problemas de medio y largo plazo identificados por los movimientos, así como abordar los cambios en el presente que tendrán un claro impacto en el futuro. Nos interesan, por lo tanto y especialmente, los procesos que operan en el campo de la economía, la política y en el ámbito de la consciencia de las clases trabajadoras y del campesinado.

Entendemos que nuestro trabajo opera en dos ejes:

  1. La batalla de las ideas. Estamos comprometidos en la lucha inmediata por el control de la narrativa de los acontecimientos mundiales. Por ejemplo, vamos a usar todo nuestro arsenal intelectual para contrarrestar la visión de la burguesía en su interpretación de los acontecimientos mundiales. Este trabajo toma forma, sobre todo, a través del Boletín semanal y del Dossier mensual. Estos dos productos presentan nuestra comprensión de los acontecimientos contemporáneos, pero con una evaluación profunda de sus raíces en la historia y su relación con las estructuras de poder.
  2.  La epistemología del poder. Estamos dedicados a construir información y análisis relacionados con los cambios en la economía y política mundiales, así como con el carácter de la consciencia de las clases trabajadoras y del campesinado. Arraigados como estamos en las tradiciones del marxismo y otras teorías emancipadoras, somos, sin embargo, conscientes de la velocidad del cambio tanto en la estructura de la economía mundial (y en el imperialismo) como en la consciencia de las clases trabajadoras, el campesinado y el sector creciente de personas excluidas e involucradas en la economía popular. Buscamos construir nuestra comprensión de la estructura y la consciencia produciendo nuevos conocimientos, derivados de la etnografía y el análisis de datos, e interpretando estos conocimientos desde el punto de vista de la organización y la lucha política.

Problemáticas de investigación

Nuestros proyectos de investigación se han desplegado en torno a una serie de temas interrelacionados. Estos temas se desarrollaron después de discusiones con nuestrxs compañerxs de los movimientos y con intelectuales de las regiones donde están nuestras oficinas. Esta no es una lista completa de nuestros proyectos, muchos de los cuales se encuentran en diferentes etapas de desarrollo. Es esencial que nuestra investigación incluya trabajo de campo etnográfico, así como una evaluación detallada de datos gubernamentales y de las empresas. También es importante un análisis exhaustivo de la literatura académica, la mayor parte de la cual es de pago por lo que resulta inaccesible para el público en general (así como para nuestrxs compañerxs de los movimientos). Tenemos tres grandes proyectos diferentes para nuestras investigaciones: el capitalismo, el fascismo y el futuro.

Proyecto No 1 Capitalismo

El capital busca ganancias por sobre todo. Los capitalistas invierten dinero para ganar más dinero. Cuánto mayor sea la tasa de retorno, mayor será el interés del capitalista. Invertir y obtener ganancias es estar vivo. Todo se transforma en economía.

En las últimas décadas, el capitalismo ha sido capaz de convertirse en el sistema hegemónico en todos los rincones del mundo, sean o no dominantes las relaciones sociales capitalistas. Existen pocos enclaves pequeños que intentan impulsar una agenda pos capitalista o no capitalista, y están rodeados y bajo asalto a cada paso por los arreglos hechos por el sistema capitalista. Hay áreas del mundo donde los trabajadores permanecen en situación de esclavitud o casi esclavitud, pero su trabajo es arrastrado a los circuitos del capitalismo muy pronto. El triunfo del capitalismo sobre el planeta es lo que se conoce típicamente como «globalización».

En el proceso de globalización, el capitalismo transformó las relaciones de producción desmantelando las fábricas a lo largo de la cadena mundial de productos básicos y utilizando tecnología de punta para elevar las tasas de productividad desde la agricultura hasta el sector digital. Las empresas monopólicas que buscan rentas han llevado adelante una intensa disputa apropiándose de cada vez más grandes cantidades de la riqueza social, a pesar de sus bajos niveles de inversión en la producción social. Esto ha producido una clase de personas súper ricas que, al mismo tiempo, han utilizado una gran cantidad de guaridas o paraísos fiscales y recursos políticos para llevar adelante una efectiva huelga tributaria. La desigualdad social ha aumentado en este período hasta niveles casi feudales, sin que resulte claro un camino para salir de este purgatorio económico.

Pero el incremento de las tasas de ganancia basada en el aumento de las tasas de explotación tiene sus límites. El capital, para quien la rentabilidad es un objetivo religioso, ha buscado en parte refugio en la riqueza ficticia de la financiarización y en lo que extrañamente se llama la «economía digital». El SoftBank, con un valor de 2 billones de dólares ha sido una de las entidades clave que ha inyectado grandes cantidades en el ámbito digital. Los inversionistas del Fondo Visión del SoftBank desearían una tasa de retorno cercana al 35%, lo que equivaldría al surgimiento anual de empresas con un valor similar al alcanzado por Amazon 16 años después de su oferta pública inicial. Esto es una fantasía. La magnitud actual de este mercado de «ganar dinero a partir del dinero» está en los billones, mucho más que el total del PIB mundial. Pero este recurso tiene sus límites, ya que las ganancias no se obtienen en el ámbito de la banca sino en el mundo de la producción, donde se extrae la plusvalía.

En el mundo de la producción, los métodos más duros han regresado para succionar la vida de los trabajadores y de la naturaleza. Así, lo que mantiene al capitalismo a flote son las técnicas más antiguas: el saqueo de recursos (naturaleza y trabajo), las indulgencias otorgadas a las empresas capitalistas en contra de las regulaciones, el poder de las altas finanzas que desangra la riqueza del trabajo social por su papel hegemónico en las actividades económicas. Lo que también lo mantiene en marcha es el consumo impulsado por el endeudamiento. La concesión de crédito a quienes no tienen esperanza de pagar sus deudas ha inflado la deuda mundial a niveles astronómicos. Hoy en día, la deuda total de los hogares, gobiernos y empresas de todo el mundo es de 217 billones de dólares, 70 billones más que hace una década. En 2000, la ratio deuda / PIB era del 246%, mientras que en la actualidad alcanza el 327%.

Ahora no parece posible una ‘solución’ fácil a los problemas que genera el capitalismo. Las fantasías de un futuro digital -incluida la plena robotización- no son capaces de superar la perversidad de las desigualdades sociales actuales.

La literatura sobre el capitalismo contemporáneo es vasta y está en todos los idiomas posibles, con análisis realizados desde una amplia gama de tradiciones políticas y enfoques teóricos. En relación con ello, el proyecto del Instituto Tricontinental de Investigación Social propone una serie de tareas de investigación interrelacionadas orientadas a proporcionar el andamiaje y los materiales para una comprensión del capitalismo actual. Una vez que hayamos desarrollado este material, nos proponemos producir varios informes, así como diferentes textos teóricos sobre el capitalismo en nuestros tiempos.

Proyecto No 2 Monstruos

La psicología de masas del neofascismo

Un cuarto de la población mundial que vive en democracias formales ha votado para que lleguen al poder los neofascistas y bloques fascistas. Brasil, Hungría, India, Filipinas, Turquía y Estados Unidos son los principales países que han dado este paso. ¿Qué fue lo que hizo que las sociedades en estos países voten por bloques fascistas y neofascistas para controlar las instituciones del Estado? Cada uno de esos países tiene una historia y una estructura social diferente. Cada uno de ellos ha tomado su propio camino para encumbrar a los neofascistas y los bloques fascistas al poder. Como dice Aijaz Ahmad «cada país tiene el fascismo que se merece», lo que significa que las fuerzas neofascistas y los bloques fascistas tienen, en cada país, su propia historia y su propio camino al poder.

Es importante anotar que la llegada al poder de un neofascista o del bloque fascista no es en sí misma una declaración de que el Estado haya mutado instantáneamente de la forma democrática liberal al fascismo. La lucha por la naturaleza del Estado y de la sociedad continúa en cada una de estas sociedades. A las fuerzas neofascistas y a los bloques fascistas les ha resultado difícil aplastar completamente la disidencia. Las contradicciones de la democracia moderna proporcionan oportunidades -mayores o menores- a las fuerzas que están en contra de la política neofascista y el bloque fascista y en contra el capitalismo. Estas fuerzas, las fuerzas del socialismo y de la socialdemocracia, siguen involucradas en defender aspectos de la democracia liberal y luchan para profundizar las bases ideológicas, organizativas e institucionales del socialismo.

Aunque cada país tiene sus propios contornos para el surgimiento del neofascismo y los bloques fascistas, hay algunos principios generales en marcha que requieren análisis. Parte de este análisis se basará en los niveles nacionales y regionales, mientras otros tendrán un enfoque más global. Uno de los temas principales de nuestro trabajo de investigación es descubrir la razón por la que sectores de las clases trabajadoras, el campesinado y lxs pobres urbanos apoyan activa o pasivamente a las fuerzas del neofascismo y los bloques fascistas. Esta ha sido una parte clave del debate desde la década de 1920, cuando el fascismo logró apoyo masivo para su agenda antihumana. Fue el tema que inspiró la agenda de investigación del Instituto de Investigación Social (la Escuela de Frankfurt), cuyos análisis adoptaron una dirección profundamente pesimista. Estudiaremos por qué fue así.

Hay literatura dispersa sobre el neofascismo y los bloques fascistas. Parte de ella intenta entender la continuidad del fascismo, desde su aparición en la década de 1920 hasta el presente. Parte de ella intenta explorar uno u otro aspecto de la vinculación del neofascismo con el neoliberalismo. La literatura oscila entre la teoría y el empirismo, a menudo falla en proporcionar una teoría general del neofascismo y del bloque fascista. Este proyecto del Instituto Tricontinental de Investigación Social propone una serie de tareas de investigación interrelacionadas que buscan proporcionar el andamiaje y los materiales para una teoría general del neofascismo y del bloque fascista. Una vez que hayamos desarrollado este material, nos proponemos producir varios informes, así como un texto teórico sobre los movimientos contemporáneos de extrema derecha y fascistas.

Proyecto No 3

El futuro

Una de las características clave de nuestro instituto de investigación es desarrollar una teoría del futuro. ¿Qué elementos de un futuro alternativo posible tenemos a disposición hoy? No basta con investigar los problemas del presente. Es esencial que participemos en la discusión acerca de como sería una sociedad transformada. Para ello, debemos mirar la historia del pensamiento emancipatorio al mismo tiempo que investigamos proyectos que en el presente fomentan nuevas formas de vivir y nuevas formas de producir.

Uno de los grandes inconvenientes de nuestra actual acumulación de atrocidades es la sensación de que nada más que esta pesadilla es posible. No se pueden imaginar alternativas. Las burlas alejan cualquier pensamiento sobre un futuro diferente. Cuando se intenta, como siempre lo hacen lxs humanxs resilientes, aquellos en poder se esfuerzan por acabar con ellxs. Es mejor para los poderosos y los adinerados impedir que florezca cualquier modelo de alternativa pues ello podría poner en duda la afirmación de que el mundo tal como es hoy es eterno, que la Historia ha terminado.

Nos interesa estudiar los nuevos procesos que indican salidas frente a la atrocidad del presente. El proyecto que tenemos aquí se articula en torno a dos ejes: la historia de nuestra compleja tradición emancipatoria y los brotes del futuro.