Ana Gabriela Salazar

 

Las migraciones en el mundo son procesos milenarios y con raíces culturales. No obstante, es fundamental establecer una relación con el capitalismo para comprender el fenómeno en el contexto del mundo en el cual vivimos. Para abordar la temática de la movilidad humana es necesario hablar sobre el proceso de industrialización y de enajenación del trabajo que data desde hace más de tres siglos. En términos marxianos “es, pues [el trabajo enajenado],el producto, el resultado, la consecuencia necesaria del trabajo enajenado, de la relación externa del trabajador con la naturaleza y consigo mismo” (Marx, 2003 : 117). Si bien aquellos días de la revolución industrial en Europa en la cual Marx escribió ya han pasado, dan pie para el análisis del modelo capitalista de hoy en día.

La naturalización del proceso de acumulación de capital, de la industrialización y tecnificación del sistema capitalista determina las relaciones sociales de producción, las condiciones materiales y espirituales de vida, y los procesos de dominación de los pueblos oprimidos, generando su riqueza. Tales niveles de industrialización han sido alcanzados gracias a los recursos naturales y humanos de los países del Sur Global.

Las condiciones desequilibradas del capitalismo de posguerra donde las relaciones entre centro y periferia demarcan la reconfiguración: la aparición de un sistema global originado por la expansión mundial del capitalismo oligopólico tecnoindustrial (Sunkel y Fuenzalida, 1978 : 4). Las relaciones de los países llamados “subdesarrollados” con los países centrales, incluyendo en el ámbito interno, se encuentran subsumidas por los intereses del capital transnacional, que implica que esta nueva forma se organiza traspasando las fronteras nacionales.

Vemos pues que, en esta nueva etapa de organización, en la que se dan los procesos de internacionalización y transnacionalización de los mercados, se reorganiza también el sistema de dominación y las relaciones con los centros hegemónicos de poder. La desigualdad social que existe como consecuencia del crecimiento económico y de los cambios en las sociedades se ve caracterizada por un nuevo carácter de la situación de dependencia. Avancemos hasta tiempos contemporáneos, debido a la reducción del Estado, de las políticas sociales y la preponderante privatización de los servicios, Glick Schiller destaca lo siguiente sobre la agenda neoliberal:

También ha constituido un impulso implacable hacia la producción global a través de la eliminación de la intervención estatal en una serie de cuestiones económicas, desde los aranceles hasta los derechos de los trabajadores. Por último, el término agenda neoliberal (…) es útil porque los proyectos neoliberales se implementan sobre el terreno y de forma diferencial, dependiendo no solo de las diferentes políticas nacionales sino de historias locales específicas, incluida la de la migración.[1]

El proyecto neoliberal ha recodificado modelos de vida, patrones de consumo, formas de explotación de los recursos, de apropiación de bienes, de maximización del capital, de generación de excedentes, en la división internacional del trabajo, en características del mercado laboral, e incluso sobre las migraciones.

 

Algunos datos sobre la migración internacional

Adentrarnos a profundidad en discusiones conceptuales sobre migración y migrantes no es el propósito de este artículo. Sin embargo, consideramos pertinente realizar una breve diferenciación sobre algunas categorías relacionadas a la movilidad humana.[2] La migración internacional trata sobre los movimientos que implican un cambio de país de residencia en un año determinado. Por otro lado, encontramos la movilidad temporal, que agrupan una serie de movimientos internacionales relacionados al mercado laboral, entre los que encontramos a los trabajadores transfronterizos (desarrollando actividades diarias o semanales); trabajadores estacionales (por estaciones del año); y otros tipos de trabajadores temporales (trabajadores itinerantes o los que viajan para el desarrollo de proyectos). En este sentido, un par de factores determinantes serán el tiempo de permanencia y la intención de esa persona de residir en el país de destino.

Otro asunto muy diferente trata sobre el refugio. Tal como lo establece la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, es una condición en la cual una persona, por temor a ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentra fuera del país de su nacionalidad. Las causas que inciden en la solicitud de protección internacional demuestran el contraste entre una persona refugiada y un migrante internacional. En el año 2000 el número de migrantes internacionales era un poco más de 173 millones y alrededor de 19,8 millones de refugiados. Actualmente, se estima que hay 281 millones de migrantes internacionales, lo que equivale al 3,6 % de la población mundial. Mientras que en el mundo hay 26,4 millones de refugiados, más de la mitad son menores de 18 años.[3] Estos datos demuestran que en las últimas décadas el número de migrantes internacionales y de refugiados ha aumentado significativamente.

De esta manera, es importante tener en cuenta la cantidad de trabajadores migrantes, correspondiente a 169 millones de personas para el 2019, más de la mitad del total de migrantes internacionales en el mundo. Según datos de la Organización Internacional del Trabajo, los trabajadores migrantes internacionales representan el 5 % de la mano de obra; lo cual ayudaría a dimensionar su importancia para la economía global. Tanto los países de destino como los países de origen se benefician del trabajo de millones de migrantes, siendo que en 2020 se registró aproximadamente 702 mil millones de dólares en remesas internacionales.[4]

Si bien esta es una breve mirada a las definiciones y cifras más actualizadas de la información y datos disponibles sobre la migración internacional y refugio, debemos realizar la advertencia sobre los desafíos en términos conceptuales y metodológicos que existen para medir estadísticamente los flujos, procesos y dinámicas de la movilidad humana. Estos retos tienen un alcance global y están atravesados por diferencias en la recopilación de datos e información, control y gestión fronteriza, permisos y restricciones de movilidad, así como en la irregularidad y tasas de informalidad que podrían incidir en la magnitud de los flujos y las estimaciones de los indicadores económicos y financieros.

 

Un proceso de negación de las responsabilidades históricas

Un vistazo a la línea de tiempo de las grandes crisis de refugiados registradas por ACNUR[5] —en las cuales ha participado esta instancia— es útil para hacer tangible la mano no tan invisible de los centros hegemónicos en la dominación, explotación y conflictos en los territorios periféricos. Asimismo, se evidencia que conflictos un poco más recientes, en países como Siria o Libia, son producto de las guerras y crisis generadas por la OTAN, con saldos devastadores de civiles, sobre todo los sectores en condiciones de mayor vulnerabilidad, resultando en grandes movimientos de personas en necesidad de protección internacional, que han llegado a las puertas de la Unión Europea y Estados Unidos. La explicación a esta supuesta paradoja tiene su origen a finales del siglo XV con la llegada de los europeos al continente americano y reside en las relaciones asimétricas producidas por el patrón de dominación global del sistema capitalista. Sin embargo, la historia de dominación de los pueblos de la periferia por las grandes potencias no culmina con la independencia de las naciones latinoamericanas.

De esta forma nos encontramos con otra supuesta paradoja en clave ONU: el reconocimiento de las responsabilidades compartidas. Los instrumentos internacionales en materia de migración suelen hablar de responsabilidades compartidas entre los Estados miembros, mientras apenas se mencionan los factores estructurales que inciden en la expulsión de contingentes de personas hacia países y territorios más ricos. Muy poco o nunca se mencionan las responsabilidades históricas de los países dominantes. Gramsci propone iniciar por las relaciones de fuerzas internacionales que tienen que ver con las grandes potencias, las agrupaciones de Estados en sistemas hegemónicos; con el desarrollo de las fuerzas productivas, de las fuerzas políticas y por supuesto, las relaciones políticas militares.

Nos encontramos entonces con un proceso de negación de las responsabilidades históricas de parte de las grandes potencias, de las agrupaciones de Estados en sistemas hegemónicos, en las fuerzas internacionales que repercuten en la política interna, demuestran no solamente los efectos directos del colonialismo. También plasman las consecuencias del neocolonialismo económico, donde hoy en día la mayoría de esas naciones periféricas son Estados independientes. No obstante, la negación también es reflejada en lo que plantea Žižek sobre la cuestión de la simpatía moral de ciertos grupos de izquierda en Europa,[6] a raíz de la crisis del 2016, cuando los refugiados que provenían de Siria llegaron a solicitar asilo a Europa. A pesar de la cuestión moral, no hay tal reconocimiento de las condiciones históricas que engendraron las condiciones actuales del sistema capitalista. En muchas ocasiones, los Estados expulsores de migrantes y refugiados han sido las víctimas de los antagonismos internos producidos por el capitalismo global.

 

¿Securitización o incompatibilidad?

Podríamos decir que la construcción social de las amenazas, como resultado de un proceso que se ha intensificado en los últimos años, puede dar cuenta del control de la subjetividad e intersubjetividad, que refiere a la producción de sentidos sociales, los imaginarios, las memorias históricas, las perspectivas de conocimiento y las narrativas.

Se trata de un proceso discursivo mediante el cual un actor (1) afirma que un objeto de referencia está amenazado existencialmente, (2) exige el derecho a tomar contramedidas extraordinarias para hacer frente a esa amenaza, y (3) convence a un público de que está justificado un comportamiento que rompa las reglas para contrarrestar la amenaza.[7]

Los elementos que se podrían rescatar de esta definición giran en torno a la omisión del debate público sobre las amenazas percibidas y los procedimientos poco democráticos en tanto la construcción de las narrativas e imaginarios sobre la seguridad en una amplia gama de sectores son edificadas como de máxima prioridad. La migración es uno de estos sectores. Cabe preguntarse: ¿qué es lo que amenaza? La integración o cohesión social en los países y comunidades de destino, la identidad nacional, la capacidad del mercado laboral interno y el funcionamiento de la seguridad social (Huysmans, 2000 : 752). La politización de la migración ha jugado un rol fundamental en campañas electorales y políticas en EE. UU., la Unión Europea y en el Reino Unido durante el Brexit, entre otros.

La securitización de la migración se basa en la incompatibilidad que existe en el imaginario y las narrativas propiciadas por uno o un grupo de sectores en las sociedades de los países de acogida, de destino o receptores, que se centra básicamente en la defensa del modo de vida de los nativos, de los residentes. Bien podríamos problematizar esta premisa, bajo la lupa de las relaciones de dominación y la correlación de fuerzas entre los Estados. ¿Por qué no se defendía con tal ahínco el modelo de vida de los pueblos oprimidos? Las grandes potencias, los centros hegemónicos, habían socavado el tejido social en aras de aprovecharse de los recursos naturales, humanos, minerales, geográficos de estos países. La verdadera incompatibilidad reside en las relaciones de dominación y opresión de los pueblos en las periferias, en el Sur Global, que están enmarcadas en la configuración del sistema mundo.

 

A modo de conclusión

Hemos realizado un recuento histórico, no exhaustivo, de la configuración del capitalismo, la relación entre los procesos de industrialización y el trabajo; la correlación de fuerzas después de la posguerra y cómo deviene en esta nueva etapa, con procesos de transnacionalización y formulación de la agenda neoliberal. La reformulación del modelo capitalista y la capacidad que tiene para movilizarse también tiene que ver con lo geopolítico. Más allá de lo económico, a saber: la disposición de paraísos fiscales, de áreas de producción de bienes y productos donde hay poca o ningún tipo de regulación laboral, entre otros. En los países latinoamericanos y en general  del Sur Global, se desempeñan los roles de franquicias y sucursales de las grandes empresas y conglomerados, acompañado de un complejo sistema de financiarización, de producción de conocimiento e innovación tecnológica.

El capitalismo se ha adaptado y reconfigurado tanto vertical como horizontalmente debido a su expansión a nivel global y a la profundización del mismo. Ha trascendido los límites de la economía para coger abrigo en las relaciones políticas, en las pugnas de poder en los Estados-nación, tanto en ámbitos internos como externos, en la división internacional del trabajo y de la organización de la vida social, como una fuerza totalizante en todas las esferas de la vida.

También hemos dado cuenta de las complejidades en torno a la definición y medición de los procesos de movilidad humana. Últimamente se ha hecho un esfuerzo por darle vigencia y actualizar el marco conceptual sobre dichas categorías. Más allá de las necesarias aproximaciones cuantitativas, la elaboración de políticas públicas y marcos normativos en materia de migración, extranjería y movilidad humana, el proceso de investigación y análisis se torna mucho más complejo si carecemos de datos e información empírica. Adicionalmente, en el transcurso del estudio sobre la movilidad, hemos encontrado una serie de tensiones e inconsistencias en la data de recientes fenómenos migratorios que solo pueden responder a la instrumentalización política de la población migrante, como lo es el caso del proceso de migración registrado en Venezuela durante los últimos años.

Se ha intentado también plasmar una serie de argumentos que dan cuenta del proceso del colonialismo y del neocolonialismo económico que supone esta nueva etapa del capitalismo y que tiene un impacto directo en muchas de las crisis que generan grandes movimientos transfronterizos. Estas nuevas formas de dominación se han reconfigurado, encontrando espacios entre las visiones, ideas y narrativas acerca de los migrantes internacionales y los refugiados como una problemática sumamente divisiva. Sobre esto podemos concluir que los intereses geopolíticos de los grandes centros de poder han reinventado mecanismos para alcanzar sus objetivos: el intervencionismo, la securitización de la migración, la construcción social de las amenazas, la expoliación de los recursos en países periféricos basados en la innovación tecnológica, las alertas de riesgo financiero y la imposición de medidas coercitivas unilaterales. Finalmente, la apuesta trata sobre aprehender una realidad tan compleja como cambiante. El abordaje o comprensión de las migraciones no puede estar desligado del análisis histórico del capitalismo, mucho menos puede estar desvinculado de las condiciones estructurales que permean la movilidad humana y producen crisis que salpican los territorios y sociedades del Norte Global.

 

 

Continuar a La doble cara de las políticas migratorias del Norte hacia el Sur Global
por Laura Capote y Carlos Mauricio Ferolla

 

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Sobre la autora

Ana Gabriela Salazar es socióloga de la Universidad Central de Venezuela e investigadora del Observatorio Internacional de Migraciones y Derechos Humanos de ARGOS. A su vez es coordinadora de Sures, Estudio y Defensa en Derechos Humanos.

 

Referencias

Big Think [Canal de YouTube]. (4 de diciembre de 2016), Slavoj Žižek vs. The World: Refugees, Conservatism and incompatibility, Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=s5PigZzSAJo

Cardoso, F. H; Faletto, E; (1976). Dependencia y desarrollo en América Latina. (11° ed.).  México.Siglo XXI Editores.

Glick Schiller, N. (2009). A Global perspective on Transnational Migration: Theorizing Migration without Methodological Nationalism. Working Paper No. 67, University of Oxford, Recuperado de https://www.compas.ox.ac.uk/wp-content/uploads/WP-2009-067-Schiller_Methodological_Nationalism_Migration.pdf [consultado el 27 de junio 2022]

Gramsci, A. (1975) Análisis de las situaciones. Relaciones de fuerzas. Texto tomado de: Notas sobre Maquiavelo, sobre política y sobre el Estado Moderno. México, Juan Pablos Editores,  pp. 65-76.

Huysmans, J. (2000). The European Union and the Securitization of Migration. Journal of Common Market Studies, Vol. 38, No. 5, pp. 751–77.

ILO ( 2021), Global Estimates on International Migrant Workers – Results and Methodology, Third edition, International Labour Office – Geneva: ILO.

Marx, K. (2003) Primer manuscrito, Manuscritos de economía y filosofía, (Primera reimpresión), Madrid, Alianza Editorial.

McAuliffe, M. y A. Triandafyllidou (eds.), (2021). Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2022. Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Ginebra.

Sunkel, O; Fuenzalida, E. (1978) Capitalismo transnacional y desarrollo nacional. Introducción. Revista de Estudios Internacionales, Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile. Santiago.

UN Expert Group (2021) ,en Migration Statistics. Final Report on Conceptual frameworks and Concepts and Definitions on International Migration, recuperado de https://unstats.un.org/unsd/demographic-social/migration-expert-group/task-forces/TF2-ConceptualFramework-Final.pdf [consultado el 27 de junio 2022]

UN General Assembly (2018),, Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, A/RES/73/195, recuperado den https://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N18/452/03/PDF/N1845203.pdf?OpenElement [consultado el 27 de junio 2022]

UN General Assembly (1951), Convention Relating to the Status of Refugees, United Nations, Treaty Series, vol. 189, p. 137, recuperado de https://www.refworld.org/docid/3be01b964.html [consultado el 28 de junio 2022]

 

Notas

[1] Traducción propia. En su trabajo, Glick Schiller diserta sobre las aproximaciones en estudios sobre la migración internacional en una apuesta por un enfoque metodológico que trascienda enfoques nacionales por uno global.

[2] La División de Estadística de las Naciones Unidas ha realizado una revisión a las Recomendaciones sobre Estadísticas de las Migraciones Internacionales de 1998, para actualizar el marco conceptual y la metodología para medir los flujos en la materia. En este artículo utilizamos el Informe Final para referirnos a dinámicas y procesos de movilidad humana.

[3] Datos de la Organización Internacional para las Migraciones y la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.

[4] Las cifras proporcionadas por la OIM en el Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2022, dan cuenta de una disminución respecto al año anterior en las remesas internacionales. Aunque la disminución fue menor a lo que inicialmente dicen haber estimado,se debe destacar el impacto de la pandemia por COVID-19.

[5] ACNUR 50 años con los refugiados. 50 momentos. Recuperado de https://www.elmundo.es/sociedad/acnur/momentos.html  Consultado el 02 de julio de 2022.

[6] En el 2016 Žižek concede una entrevista para hablar sobre su libro Refugees, Terror and Other Troubles with the Neighbors: Against the Double Blackmail, en la cual aborda las implicaciones de la crisis de refugiados en Europa, el fundamentalismo y las posiciones de los liberales de izquierda en contraposición con los populismos de derecha.

[7] Este concepto alude a la Escuela de Estudios sobre Seguridad de Copenhague, donde Ole Wæver, Barry Buzan y otros investigadores han desarrollado una línea en la cual delimitan la disyuntiva entre aquellos que afirman que las amenazas son objetivas y otros que sostenían que la seguridad es subjetiva. Recuperado de https://www.oxfordbibliographies.com/view/document/obo-9780199743292/obo-9780199743292-0091.xml?rskey=XXPF6P&result=1&q=securitization#firstMatch