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En las voces de quienes la conocieron dicen que Arlen era una mujer que, a pesar de la época en que vivió, tenía ideas revolucionarias y avanzadas, complementaba su inteligencia con talentos musicales, tocaba la guitarra, el acordeón y el piano. También poseía el don de la escritura, del dibujo y la pintura.  Fue  poeta, artista, intelectual, mujer y revolucionaria.

Arlen Siu nació en Jinotepe, en el departamento de Carazo, el 15 de julio de 1955. Creció en el seno de una familia intercultural, su padre un migrante de origen  chino y su madre nicaragüense. Teniendo en cuenta las posibilidades económicas de su familia y la inteligencia de Arlen, ella pudo lograr cualquiera de las metas que las jóvenes de su época y de su condición económica se dibujaban, sin embargo, ella quiso ser guerrillera y reivindicar a su “María Rural”.

Por esa razón en esta ocasión
Hoy quiero cantar a tu corazón
Hoy quiero decirte lo que siento
Por tanta pobreza y desolación

Con ese compromiso decidió irse a la montaña, se internó en el espacio donde las crueldades de la dictadura somocista eran más feroces.

 

 

La virtud de la escritura se le daba muy bien a Arlen, utilizó las letras para expresar su indignación ante las injusticias, y entre sus escritos, uno de los más representativos fue la última carta que envió a sus padres;

“La lucha tenaz del hombre hacia lo perfecto es verdadero amor; somos más auténticos en la medida en que rompemos barreras y limitaciones, enfrentándonos con valentía y optimismo a las vicisitudes que se nos presentan en el camino; y llegas a descubrir algún día, de que somos capaces más de lo que se nos pide, y que podemos lograr lo que para algunos es prohibido o imposible”

Arlen se hizo más auténtica en cada una de sus acciones revolucionarias, como cuando en  diciembre de 1974, después de acompañar a más de 500 obreros en rebeldía frente a los atropellos de la empresa Sacos Centroamericanos (SACSA), en Diriamba, Carazo, se dedicó a organizar círculos de estudio con el liderazgo trabajador, aprovechando los dos comunicados que emitió el Frente Sandinista de Liberación Nacional en el marco de la toma de la casa de Chema Castillo y el canje de los esbirros somocista atrapados a cambio de la libertad de los presos políticos del FSLN. 

Más auténtica, cuando en 1975, realizó tareas guerrilleras en el occidente de Nicaragua, donde se ofreció para cubrir la retirada de sus compañeros, cayendo en combate el primero de agosto de ese año, en El Sauce, León junto a  Mario Estrada, Gilberto Rostrán, Julia Herrera de Pomares, Mercedes Reyes, Hugo Arévalo, Juan y Leónidas Espinoza, siendo abatidos en medio de una guerra desigual contra 300 guardias armados.

Arlen Siu no logró ver el Triunfo de la Revolución Popular Sandinista en 1979, sin embargo fue esencial en la lucha y organización de los trabajadores y del pueblo. Para la Asociación de Trabajadores del Campo, Arlen Siu fue la primera inspiración en la construcción de un movimiento social obrero campesino, a través de su poema María Rural.

 

María Rural

Por los senderos del campo
Llevas cargando tu pena
Tú pena de amor y de llanto
En tu vientre de arcilla y tierra

Tu tinajita redonda
Que llenas año con año
De la semilla que siembra
El campesino en su pobreza

Hoy quiero cantarte maría rural
Oh madre del campo
Madre sin igual
Hoy quiero cantar
Tus vástagos pobres
Tu despojos triste
Dolor maternal

Desnutrición y pobreza
Es lo que a vos te rodea
Choza de paja en silencio
Solo el rumor de la selva

Tus manos son de cedro
Tus ojos crepúsculos tristes
Tus lágrimas son barro
Que derramas en las sierras

Por esa razón en esta ocasión
Hoy quiero cantar a tu corazón
Hoy quiero decirte lo que siento
Por tanta pobreza y desolación

Por la praderas y ríos
Va la madre campesina
Sintiendo frío el invierno
Y terrible su destino

Por los senderos del campo
Llevas cargando tu pena
Tú pena de amor y de llanto
En tu vientre de arcilla y tierra

Hoy quiero cantarte maría rural
¡Oh! madre del campo
Madre sin igual
Hoy quiero cantar
Tus vástagos pobres
Tu despojos triste
Dolor maternal