Julieta Paladino es integrante de la organización socioambiental marplatense Ecos de Mar y de la Asamblea por un Mar Libre de Petroleras, que articula el cuestionamiento social a la explotación de petróleo offshore en dicha ciudad.

 

La problemática de la explotación petrolera offshore en la costa atlántica apareció en los medios masivos y en la discusión pública a partir de la resolución del Ministerio de Ambiente de fines del año pasado que autorizó el comienzo de la exploración; pero en realidad tiene una historia anterior. ¿Cuándo toman conocimiento ustedes de este proyecto?

Si, bastante anterior, incluso a la constitución de la Asamblea por un Mar Libre de Petroleras. Es en 2018 cuando el gobierno de Mauricio Macri llamó a licitación para la exploración sísmica de 18 áreas petroleras ubicadas en tres cuencas marinas: la Argentina Norte (CAN) frente a Mar del Plata, la  Sur frente a Tierra del Fuego (CAS) y la Malvinas Oeste; y un año después otorgó esos 18 bloques a 13 empresas. Luego, durante el año 2020, empezamos a recibir cantidad de denuncias y fotos de que llegaban a la costa atlántica distintos animales marinos que aparecían muertos. Así ese año aparecieron ballenas, delfines, pingüinos, en cantidad. Claramente, era algo raro. Más tarde, a través de Greenpeace, logramos confirmar nuestras sospechas de que durante ese año se había estado realizando exploración sísmica en alta mar, sin que se hubiera hecho ningún estudio de impacto ambiental. A partir de ahí comenzamos a desarrollar una tarea de información, acercarnos a asambleas y grupos; particularmente los que nos habíamos conocido a raíz del rechazo al acuerdo porcino. Pero todavía había mucha reticencia de la gente para creer que era algo real, además de lo que suponía haber estado encerrados todo el 2020 por la pandemia. Recién en febrero del 2021 pudimos realizar una primera marcha aunque no fuimos muchos. La ampliación de la participación que concluyó en la conformación de la asamblea fue la convocatoria a la audiencia pública que finalmente se realizó en julio de 2021. 

 

¿Y qué sucedió en la Audiencia Pública y la constitución de la Asamblea?

Además de que motivó el involucramiento e información de muchos grupos y colectivos, hay que resaltar que un 90 % de los que intervinieron en la misma se manifestaron en contra del proyecto y sólo el 10 % lo hizo a favor, los que mayoritariamente pertenecían al sector petrolero, ingenieros o profesionales que estaban trabajando para las propias empresas petroleras. En ese tiempo se formó entonces la Asamblea, conformada, por un lado, por diferentes asambleas vecinales y vecinos, muchas de las cuales venían trabajando sobre diferentes problemáticas ambientales en los barrios o las playas públicas; y por el otro, por distintas organizaciones ambientales como la nuestra (Ecos de Mar); y también algunos partidos políticos y otras organizaciones se fueron acercando en los meses siguientes. Así, cuando el Ministerio de Ambiente finalmente resuelve autorizar la exploración offshore a fines de diciembre de 2021, desde la Asamblea impulsamos la primera protesta y movilización importante el 4 de enero que se llamó el Atlanticazo. 

 

¿Cómo fue entonces esa experiencia de movilización y denuncia? 

El primer Atlanticazo fue, como decíamos, el 4 de enero. Lo organizamos en cuatro o cinco días luego de la noticia tremenda del 30 de diciembre cuando el Ministerio de Ambiente aprobó la exploración. No hubo brindis de fin de año. A pesar del corto tiempo, la convocatoria tuvo mucho impacto y hubo una gran participación de vecinos, de organizaciones ambientalistas y sociales. Participaron los guardavidas —aunque no el sindicato— incluso inicialmente tuvimos el apoyo de algunos sectores pesqueros, aunque lamentablemente en los últimos meses con las presiones se alejaron; y mucha ciudadanía de a pie. Incluso se conformaron asambleas en otras ciudades de la costa, desde Necochea al Partido de la Costa. Y comenzamos a coordinar con otras asambleas ambientales del país. Le pusimos el nombre de Atlanticazo en referencia y solidaridad con el llamado Chubutazo de 2021, ese levantamiento popular que trastocó la provincia de Chubut contra el avance de la megaminería. Luego, el 4 de febrero la movilización se transformó en Oceanazo, porque fue una movilización coordinada a nivel mundial con organizaciones y comunidades de 19 países como  Sudáfrica, Nigeria, Egipto, Noruega, Alemania, Ecuador, Perú, que han padecido las consecuencias socioambientales de la explotación petrolera en su propio territorio. Aquí, en Mar del Plata, la movilización fue multitudinaria, con performances artísticas, festival con bandas y diferentes actividades que realizamos frente al Museo del Mar, aunque los medios la invisibilizaron completamente.

 

¿Cuáles son entonces las críticas de fondo que le hacen al proyecto?

Hay que entender que este proyecto plantea la extracción de petróleo en el mar a aproximadamente 3000 metros de profundidad; lo que es ciertamente muy complejo. No hay experiencia en el país de una explotación de este tipo. Parte de la labor deberá ser realizada por robots. Tampoco está claro, de encontrarse, en qué estado estará el petróleo; lo más probable es que tengan que hacer detonaciones en el lecho marino. Ni siquiera han especificado todas las características del proyecto, posiblemente porque tampoco lo tienen muy en claro. En ese sentido, lo que sí es claro es que son actividades extremadamente riesgosas. Por más que nos digan que van a tener los máximos cuidados; no especifican cuáles van a ser ni cuáles van a ser los monitoreos y la vigilancia. Recordemos que recientemente en Perú sufrieron un derrame que conllevó un desastre terrible sobre las costas y playas; o los derrames también recientes en el Amazonas con una explotación petrolera mucho más sencilla. Entonces nos enfrentamos con actividades altamente contaminantes y destructivas del ambiente y los ecosistemas, que amenaza incluso a las mayores industrias de Mar del Plata: el turismo por sus playas y la pesquera en el mar. Para compensar esto dicen que se generaran diez mil empleos; pero sabemos que es una falacia; toda la industria petrolera en Argentina incluida Vaca Muerta no genera más de cinco mil empleos; y además, muchos de los empleos que requiere un emprendimiento con esta complejidad son altamente calificados, no serán para los marplatenses. 

 

 

¿Cómo se entiende el desarrollo de estos proyectos petroleros de alto riesgo?

Justamente, estamos en un contexto en el que tendríamos que garantizar la transición energética hacia energías renovables. Donde el agravamiento del cambio climático plantea la necesidad de cambiar la matriz energética en los próximos años si se trata de evitar un colapso total. Pero lo último que se hace es invertir en energías renovables. Por el contrario, lo que vemos es la quema de los bosques, la expansión del agronegocio y del sector inmobiliario sobre las zonas verdes y los pulmones de nuestra tierra, del extractivismo minero. Nos están gobernando con políticas de hace más de ochenta años y además cometiendo los mismos errores que ya se han cometido en el pasado, y los vuelven a hacer insistiendo con el mismo modelo productivo. 

 

Febrero fue también un mes donde la disputa por el avance de la exploración offshore se planteó en el campo judicial, ¿cierto? Incluso con la sanción de una medida cautelar que lo paralizó

Si. Se presentaron en la justicia varias impugnaciones al proyecto y el Juez Santiago Martín dictó a principios de febrero una medida cautelar. Luego el Gobierno Nacional y la empresa involucrada —la noruega Equinor— recusaron al juez con una acusación que se demostró luego que era falsa; un bochorno que ni siquiera se difundió bien luego. El nuevo juez que tomó la causa, Alfredo López —que tiene denuncias por afinidades neonazis—, derogó la cautelar autorizando avanzar con la exploración mientras se resolvía el litigio de fondo. Finalmente, como sabemos, en marzo, la Cámara Federal de Apelaciones desestimó las recusaciones y confirmó a Santiago Martín y se restituyó la cautelar. Este último mes, vemos una gran campaña publicitaria en las redes sociales (YouTube, Instagram) a favor del proyecto y diciendo que la Argentina quiere a las petroleras. Frente a ello, la Asamblea viene haciendo una movilización o actividades permanentes todos los 4 de cada mes así como tareas de educación e información incluyendo talleres en escuelas y otras actividades.

 

Por otra parte, se realizó recientemente una consulta on line sobre otros nuevos proyectos de exploración petrolera offshore. ¿Qué sucedió con ella? 

Efectivamente, el gobierno realizó una encuesta on line sobre dos nuevas concesiones para la exploración de petróleo offshore en la misma zona. Pero la consulta tuvo en realidad muy poco de consulta. No existía la posibilidad de manifestarse en contra de los proyectos; sólo se presentaban los informes de impacto ambiental y se pedía evaluar esos informes. Existía la posibilidad de incluir comentarios, pero extrañamente aparecían muchos de ellos anónimos que defendían los proyectos offshore, aunque formalmente no se podía acceder a la página sin identificarse. Parecían hechos por boots. A los que incluían señalamientos críticos se les respondía rápidamente, también desde cuentas anónimas. 

 

¿Y con la audiencia municipal también reciente?

Sí, en la audiencia realizada por el municipio sobre el proyecto offshore también se registraron muchas irregularidades. Al inicio de la misma se les informó a muchos de los inscriptos —calculamos que mil personas— que habían sido rechazados por no vivir en el Municipio de General Pueyrredón en base a un criterio de que aquellos ciudadanos fuera del municipio no estaban autorizados a participar pero sí las instituciones de fuera del distrito. Una aplicación de este criterio poco clara hizo que muchos de los expositores fueran vinculados a YPF, técnicos y profesionales de la industria petrolera o de otras empresas vinculadas al emprendimiento. Valga recordar que en las semanas previas la petrolera hizo muchas promesas y acuerdos con empresas locales en el sentido de que contrataría sus servicios cuando la explotación se pusiera en marcha. Extrañamente, a muchas organizaciones ambientales no las dejaron participar, pero si hasta expuso un técnico petrolero que habló… ¡desde Houston! Hubo también muchas desprolijidades en la organización de la audiencia, pero aún así los expositores contra el proyecto fueron mayoría. Lamentablemente eso no se dice en ningún medio, se oculta; pero lo que sí estuvo en los titulares de los diarios y portales de noticias es que la resolución de la Cámara de Apelaciones de Mar del Plata había derogado la medida cautelar que frenaba el inicio de la exploración offshore. Lo cual es una falsedad. 

 

¿Por qué? ¿Qué decidió la Cámara de Apelaciones marplatense?

Porque la resolución adoptada por la Cámara a principios de junio dejó sin efecto la medida cautelar adoptada en primera instancia pero, simultáneamente, planteó la realización de un nuevo estudio de impacto ambiental más amplio y otros requisitos para determinar si autoriza la ejecución del proyecto. Es decir, en los hechos la exploración sigue detenida y, por todo lo demandado, pensamos que ello puede retrasarla hasta principios del año próximo otorgando más tiempo para ampliar los cuestionamientos. Pensemos además que no está probado incluso que se encuentre petróleo, el gas es más probable; incluso es posible que de haber petróleo se encuentre en el lecho marino, suponiendo la necesidad de utilización de tecnologías más complejas y mayor deterioro ambiental.

 

¿También realizaron una nueva manifestación, cierto?

Sí, el 4 de junio realizamos otra jornada de movilización. Estuvieron otras asambleas de la costa y de otros lugares del país. Hubo diferentes intervenciones artísticas, siempre intentando que la defensa del mar tenga expresión en el arte y la cultura, y denunciamos a las cúpulas sindicales que han comenzado a hacer acuerdos con la petrolera en detrimento de los trabajadores, cuya actividad se va a haber afectada. Desde la Asamblea creemos que es más necesario que antes incrementar la tarea de información y debate en la comunidad así como las manifestaciones de cuestionamiento al proyecto. Volvemos a decir que queremos nuestro mar sin petroleras.