Sin el tiempo, esfuerzos y procesos destinados a cubrir alimentación, vestimenta, aseo, mantenimiento y cuidado físico y emocional de los cuerpos humanos y no humanos, no habría reproducción ni sostenimiento de la vida.

En el tercer episodio de Destapar la crisis nos encontramos con las trabajadoras de hogar y de cuidados de Argentina y España, con sus luchas y rebeldías emancipatorias. La pandemia no ha hecho más que develar una sociedad hipócrita que al tiempo que empieza a nombrar al empleo de hogar como esencial, sus trabajadoras -que han estado en la primera línea del virus- continúan siendo el último eslabón.

Junto a Rafaela Pimentel Lara de Territorio Domestico (Madrid, España);  Liz Quintana y Pili Gil Pascual de Trabajadoras No Domesticadas (Bilbao – Euskal Herria); Delia Colque de Ni una migrante menos (El Alto, Bolivia) y Mercedes y Evelin del Colectivo de Trabajadoras de Nordelta (Argentina) reflexionamos en torno a cómo se nombra este trabajo, en base a qué prioridades o criterios se regula, de qué maneras se vincula con el machismo, el racismo y el clasismo y cómo la crisis de la pandemia ha afectado y recrudecido las desigualdades para las trabajadoras de hogar.

 

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