La cuestión evangélica
El acceso y análisis de la enorme asa de información disponible en la actualidad es un recurso vital en manos de las organizaciones sociales y políticas a la hora de construir estrategias eficaces de autocuidado. Por eso resulta necesario poner en marcha una práctica sistemática, colectiva y a largo plazo de investigación política.
La siguiente investigación propone un mapa político sobre uno de los actores más novedosos y sorprendentes de la coyuntura argentina actual: los evangélicos.
El informe permite tomar dimensión de la complejidad del movimiento y ofrece de manera muy sintética los siguientes elementos para su comprensión.
- cuál es su posición en el universo religioso
- su aparición en Argentina a comienzos del siglo XX y los hitos más importantes de esta trayectoria
- breve recuento histórico de su rápido despliegue en el continente a partir de los años 70
- cómo se estructuran las distintas corrientes y organismos al interior del movimiento evangélico
- su desarrollo y penetración en la Ciudad de Buenos Aires
- y un análisis más exhaustivo de tres sectores distintos: a) la Iglesia Universal del Reino de Dios b) la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina c) las corrientes evangélicas progresistas.
Esta publicación está dirigida a las organizaciones populares que pugnan por democratizar la sociedad, radicalizando la noción misma de derechos. El objetivo es ir más allá de la caricatura o cliché que nos hacemos sobre la cuestión evangélica. Es fundamental distinguir los matices, develar sus intenciones, tener en cuenta la heterogeneidad que la constituye, detectar sus fortalezas y debilidades. El explosivo crecimiento de la corriente neopentecostal en América Latina constituye una emergencia conservadora de gran eficacia en el plano de la micropolítica, es decir en la lucha por la constitución de las subjetividades contemporáneas. Una vez conquistada la mente y el corazón de porciones significativas de la población, muchas de estas iglesias se han decidido en los últimos años a abordar el plano institucional y mediático, a través de la participación en elecciones, la movilización callejera y el despliegue de campañas masivas. Pero el movimiento evangélico incluye también a otras tradiciones y perspectivas, algunas de ellas verdaderas aliadas para un proyecto de emancipación.