El Ministerio de Colonias de EE.UU. y su cumbre

 

¿Qué es la Organización de Estados Americanos?

La Organización de Estados Americanos (OEA) fue creada en Bogotá, Colombia, en 1948 por Estados Unidos y sus aliados. Aunque la Carta de la OEA invoca la retórica del multilateralismo y la cooperación, la organización se ha utilizado como herramienta para luchar contra el comunismo en el hemisferio y para imponer la agenda de Estados Unidos a los países de las Américas. Aproximadamente la mitad de los fondos de la OEA y el 80 por ciento de los fondos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), un órgano autónomo de la OEA, proceden de Estados Unidos. Cabe señalar que, a pesar de aportar la mayor parte de su presupuesto, Estados Unidos no ha ratificado ninguno de los tratados de la CIDH.

La OEA mostró su verdadera cara tras la Revolución Cubana (1959). En 1962, en una reunión celebrada en Punta del Este (Uruguay), Cuba, miembro fundador de la OEA, fue expulsado de la organización. La declaración de la reunión afirmaba que «los principios del comunismo son incompatibles con los principios del sistema interamericano». En respuesta, Fidel Castro calificó a la OEA de «Ministerio de Colonias de Estados Unidos».

La OEA creó el Comité Consultivo Especial de Seguridad contra la Acción Subversiva del Comunismo Internacional en 1962, con el propósito de permitir a las élites de las Américas –dirigidas por EEUU– utilizar todos los medios posibles contra los movimientos populares de la clase obrera y el campesinado. La OEA ha dado cobertura diplomática y política a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos al participar en el derrocamiento de gobiernos que intentan ejercer su legítima soberanía, soberanía que la Carta de la OEA pretende garantizar. Este ejercicio ha ido desde la expulsión de Cuba por parte de la OEA en 1962 hasta la orquestación de golpes de Estado en Honduras (2009) y Bolivia (2019), pasando por los repetidos intentos de derrocar a los gobiernos de Nicaragua y Venezuela y la actual injerencia en Haití.

Desde 1962, la OEA ha actuado abiertamente junto al gobierno estadounidense para sancionar a países sin una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, lo que hace que estas sanciones sean ilegales. Por lo tanto, ha violado sistemáticamente el «principio de no intervención» de su propia carta, que prohíbe «no solamente la fuerza armada, sino también cualquier otra forma de injerencia o de tendencia atentatoria de la personalidad del Estado, de los elementos políticos, económicos y culturales que lo constituyen» (capítulo 1, artículo 2, apartado b, y capítulo IV, artículo 19).

 

¿Qué es la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC)?

Venezuela, con el presidente Hugo Chávez a la cabeza, inició a principios de la década de 2000 un proceso de construcción de nuevas instituciones regionales fuera del control de Estados Unidos. En este periodo se construyeron tres grandes plataformas 1) la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) en 2004; 2) la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) en 2004; y 3) la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en 2010. Estas plataformas establecieron conexiones intergubernamentales en toda América, incluyendo cumbres sobre asuntos de importancia regional e instituciones técnicas para mejorar el comercio y las interacciones culturales a través de las fronteras. Cada una de estas plataformas se ha enfrentado a las amenazas de Estados Unidos. A medida que los gobiernos de la región oscilan políticamente, su compromiso con estas plataformas ha aumentado (cuanto más a la izquierda han estado) o disminuido (cuanto más subordinados han estado a Estados Unidos).

En la VI Cumbre de la CELAC, celebrada en Ciudad de México en 2021, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, propuso que se disolviera la OEA y que la CELAC ayudara a construir una organización multilateral a la escala de la Unión Europea para resolver los conflictos regionales, crear asociaciones comerciales y promover la unidad de las Américas.

 

¿Qué es la Cumbre de las Américas?

Con la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), Estados Unidos intentó dominar el mundo utilizando su poder militar para disciplinar a cualquier Estado que no aceptara su hegemonía (como Panamá en 1989 e Irak en 1991) e institucionalizando su poder económico a través de la Organización Mundial del Comercio (OMC), creada en 1994. EE.UU. convocó a los Estados miembros de la OEA en Miami para celebrar la primera Cumbre de las Américas en 1994, cuya gestión se encomendó posteriormente a la OEA. Desde entonces, la cumbre se convoca cada pocos años para «debatir cuestiones de política común, afirmar valores compartidos y comprometerse a realizar acciones concertadas a nivel nacional y regional».

A pesar de su dominio sobre la OEA, Estados Unidos nunca ha podido imponer plenamente su agenda en estas cumbres. En la tercera cumbre de la ciudad de Quebec (2001) y en la cuarta cumbre de Mar del Plata (2005), los movimientos populares organizaron grandes contraprotestas. En Mar del Plata, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, encabezó una manifestación masiva, que tuvo como resultado el colapso del acuerdo del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) impuesto por Estados Unidos. Las quinta y sexta cumbres de Puerto España (2009) y Cartagena (2012) se convirtieron en un campo de batalla por el debate sobre el bloqueo estadounidense a Cuba y su expulsión de la OEA. Debido a la inmensa presión de los Estados miembros de la OEA, Cuba fue invitada a las cumbres séptima y octava de Ciudad de Panamá (2015) y Lima (2018), en contra de los deseos de Estados Unidos.

Sin embargo, Estados Unidos no ha invitado a Cuba, Nicaragua ni Venezuela a la novena cumbre que se celebrará en Los Ángeles en junio de 2022. Varios países –entre ellos Bolivia y México– han dicho que no asistirán a la reunión a menos que los 35 países de las Américas estén presentes. Del 8 al 10 de junio, diversas organizaciones progresistas celebrarán una Cumbre de los Pueblos para contrarrestar la cumbre de la OEA y amplificar las voces de todos los pueblos de las Américas.